Balance de la toma

Tras el receso escolar, nos parece pertinente hacer un balance de la toma de nueve días que los estudiantes llevamos adelante.

Del objetivo en sí

Desde la UPC vimos las sanciones y faltas del 16/09 como el claro ejemplo de la política de las autoridades de avance contra el movimiento estudiantil, además de terminar de demostrar la ambigüedad del reglamento y la manipulación de su bloque docente.
Por eso desde un comienzo nuestro objetivo fue derrotar sus ataques y asegurarnos institucionalmente la continuidad del CENBA.
Los estudiantes debemos tener presente esto: el 16 de septiembre se volvió un ejemplo de represión y coartación de libertades constitucionales que no debe repetirse. Si bien está claro que el caso del 2009 no fue de las mismas magnitudes del de 1976, no se debe menospreciar la lucha que las faltas y las sanciones trajeron a resaltar este año.
Pero hay que considerar que las faltas y las sanciones eran una batalla dentro de una gran guerra, la continuidad del CENBA. Por esto, si bien buscamos siempre la victoria, debemos tener en cuenta que la victoria final es la garante de que las batallas no se repitan y por eso debe tener prioridad. Por lo cual, las faltas y las amonestaciones no sólo fueron importantísimas desde ser sanciones por luchar, sino por ser el detonante de la lucha aun mayor: la reforma del reglamento y concesión de espacios de debate sin ambigüedades.

De la representatividad

Muchas veces se utilizó la excusa de que “no todo el colegio estaba presente, por lo cual las asambleas no eran representativas”. Sin embargo, lo que debemos contemplar es que la democracia es representativa y participativa. Es decir, todos los presentes tienen voz y voto, y se resuelve el voto de la mayoría de los presentes. A su vez las asambleas son abiertas a todos los estudiantes, por lo cual cada uno de ellos podría haberse explayado.
También vale recordar que entre las asambleas que decidieron tomar y reforzar la toma (30/09 y 01/10) el claustro central estaba realmente lleno y llegaba la gente hasta la puerta.

Del desarrollo de la toma

Durante la toma se organizaron varias comisiones que pensaron varias actividades durante los primeros cuatro días. Estas actividades sirvieron muchísimo y consiguieron un gran número de adhesiones que reforzó la medida y nos llevó a unos pocos pasos de conseguir la victoria.
Al fin y al cabo, ¿qué se hace en una toma? Se demuestra fuerza para llegar a un final que nos deje por encima del enemigo, en este caso las autoridades. El final al que nos referimos se constituye (como todas las medidas sindicales) en una negociación.
Desde la UPC creemos que hacia el lunes 05/10 el CENBA ya había juntado fuerzas que superaban a las de Gonzalez Gass y por ello debíamos capitalizar el momento y llegar a una negociación que nos diese la victoria final.
Como nos esperábamos, ese mismo día la rectora, en la negociación, nos ofreció prácticamente su rendición frente a los avances del CENBA, aferrándose inútilmente del detonante, las faltas y sanciones del 16, las cuales inclusive proponía tratar en consejos y reducir (de más está decir que quedaba pendiente la tratativa del levantamiento de turno de la noche de los lápices en el CR, que hubiese solucionado este problema).
Fue allí donde creemos que radicó el primer error. No estuvieron bien comprendidos los conceptos de conflicto detonante y lucha principal. Lamentablemente hubo quienes consideraron que el conflicto en sí eran las faltas y las sanciones, pero claramente no tuvieron en cuenta que era solo una batalla; que las trabas a la movilización estudiantil y docente se venían dando desde hacía bastante tiempo, que este hecho fue la instancia que definió la toma y que no era cuestión de dejar todo por esta este problema sino utilizarlo inteligentemente para alcanzar una victoria mayor y definitiva.
Esto nos llevó a retrasar el fin de la medida, en una semana donde nosotros ya teníamos toda la fuerza posible y las autoridades aún les restaban conseguir las suyas. Es por esto que nosotros repetíamos mediante nuestros oradores en asamblea que “a cada día que pasaba las autoridades crecían y que esto nos convertía en funcionales a ellas”.
Sin embargo nuestra palabra no fue oída y se decidió la ruta que las autoridades querían, continuamos la toma y les dimos tiempo para juntar fuerzas.
Todo esto desencadenó en que el jueves 08/10 las autoridades convocasen a una asamblea falsa de docentes, donde participaban los que eran afines a ésta y el claustro no docente (además de ignorar el órgano sindical docente, la Asociación Docente), que resolvió que no se negocie con el colegio tomado. Si bien podemos considerar ilegal esta asamblea e ilegítimas sus resoluciones, lo cierto es que demostró que el bloque opositor al nuestro había juntado fuerzas y ahora podía hacernos frente.
Efectivamente, a la hora de negociar ese día, Gonzalez Gass se mostró intransigente a la hora de ceder alguno de los 16 puntos que teníamos alegando que “era resolución de la asamblea docente no negociar con el colegio tomado”.
Todo esto desencadenó en que debamos (por encontrarnos ya frente al muro natural del receso escolar) levantar la toma sin conseguir las reivindicaciones que buscábamos y en mal estado.

Como seguir ahora

Desde la UPC insistimos en que la última palabra no fue dicha y que aún debemos intentar conseguir las reivindicaciones que garanticen institucionalmente la continuidad de nuestros espacios de debate y por ende del CENBA.
Para continuar el debate y la lucha los convocamos a los plenarios de la UPC que realizaremos los días miércoles y jueves en el claustro central.